Un trastorno implica una variedad de afecciones que afectan el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento de la persona que lo sufre, en muchos casos no les permite llevar una vida normal o completamente saludable.
El número de enfermedades tanto físicas como mentales cada vez se amplía más. No se debe a que la sociedad esté cada vez más enferma, sino que nuestra propia evolución o los avances médicos han ido dando nombre a trastornos que, tal vez, hayan existido siempre y no eran conocidos. Categorizamos en manuales diagnósticos la enfermedad en función de sus síntomas y de la prevalencia que hay en la sociedad. Pero hay algunos que no son muy comunes o causan extrañez en aquellos que conviven con alguien que lo padece.
1. Síndrome de Frégoli
Este delirio aparece cuando, quien lo sufre, está convencido de que una persona desconocida se disfraza y se hace pasar por otras de su entorno. Normalmente cree que tiene algún tipo de fin, como lastimarlo o perjudicarle de alguna forma. Aparece como un fallo en el reconocimiento de caras y se entrelaza con la paranoia.
2. Síndrome de pica
Se conoce también como ‘alitrofagia’, consistiendo en la ingesta de diversos objetos que no tienen como fin la alimentación y que carecen de un valor nutritivo, como puede ser comer papel, juguetes o hasta pintura. Lo normal es que aparezca en la infancia, como cuando los niños comen plastilina, pero puede perdurar y acarrear una intoxicación en la etapa adulta. Es más común de lo que se cree y podría llevar hasta el ahogamiento y la posterior muerte del que la padece.
3. Delirio de Capgras
La persona que sufre de este delirio está convencida de que un impostor está reemplazando la identidad de una persona de su vida, como puede ser un familiar o un amigo cercano. También es típico de la esquizofrenia, pero daños en el cerebro o algunas demencias pueden estar asociados. Es distinto al síndrome de Fregoli ya que en este se cree que el impostor ha suplantado toda la vida de su ser querido.
4. Boantropía
Es un trastorno demasiado raro en el que la persona está convencida de que no es en realidad humano, sino que es una vaca y se acaba comportando como tal. Es algo más frecuente que en general piense que es un animal, llamándose, en este caso, ‘zoantropía’.
5. Trastorno de la integridad corporal
Este caso es difícil de diagnosticar ya que la persona no busca ayuda. Suele descubrirse cuando ya es demasiado tarde, ya que, quien lo padece, siente el deseo irracional de amputarse una parte del cuerpo, y puede acabar consiguiéndolo. Se han reportado muchos casos de amputaciones innecesarias debido a este padecimiento.
6. Síndrome de Anton
Puede aparecer en aquellas personas que presentan ceguera cortical, es decir, que es el daño en el propio cerebro el que impide la visión. Niegan que exista tal ceguera y llegan a intentar comportarse y moverse con normalidad, pese a las continuas evidencias en contra. De hecho, si les pides que te describan un objeto cercano, lo simularán.