Risas y Bromas en la Pareja

Escrito por: Psicopedagoga Mariana Tapia Vargas y Psic. Andrés Gómez Espinosa

Es el efecto sorpresa, la espontaneidad del otro, con una visión optimista de una situación (personas, cosas hechos, frases) de aquellos elementos en común, nos habla de una complicidad de compartir este estado que caracteriza a las personas que se disfrutan. Sin duda el humor y el amor son buenos elementos, es una formula de bienestar con el ser amado, que puede generar un recuerdo a largo plazo.

No es nada nuevo referirse al papel de las risas y las bromas como un factor de cohesión en la pareja. Tampoco sorprenden las reflexiones que separan diferentes términos como: risa, broma, humor, burla, sarcasmo, entre otros, los cuales pretenden hacer una suerte de categorías, asignando el sitio de menor aprecio a  la burla y el sarcasmo, por considerárseles ejercicios lúdicos de carácter nocivo. En este sentido, la separación común cuenta con una base moral, entre diversión y juego aceptable del que no lo es. Sin embargo, la tarea que resulta inacabada es observar a las risas y bromas en la pareja correlacionadas con otros factores, además de los marcos culturales en que se inscriben estás experiencias.

risas en pareja

Las risas y bromas en la pareja también tienen que ver con:

  • El concepto mismo de pareja que se ha construido. Los caminos para conformar significados sobre la pareja son diversos, con algunos de mayor recurrencia que otros (Lemaire, 2003). Esto tiende a disminuir el peso otorgado a la figura de elección, misma que se ve desdibujada cuando se percibe que la pareja no se constituye, generalmente, por condiciones inesperadas, sino que es el resultado de diferentes factores existentes a priori, que con una mirada aguda podrían anticiparse e incluso parecer bastante naturales.
  • La diversión como máscara de la adversidad. La broma suele cumplir un papel de seriedad, si bien su contenido puede ser de diversa índole, llega a implicar una formalidad no imaginable, como es el caso de refrendar el acuerdo de constituirse en relación de pareja. La broma tiende a mostrar capacidad creativa de quien la realiza derivando en una expresión sutil de cortejo. Se bromea a la pareja por varios motivos, uno de ellos pretende suavizar angustias de varias situaciones que se presentan, como podría ser: el desafío de la coexistencia, los problemas del entorno que dificultan la relación, las dificultades financieras (Coria, 1991), los titubeos en la aceptación de la otra persona como pareja sentimental, manifestaciones de rechazo hacia aspectos específicos, asuntos sexuales de la pareja, etc.
  • La risa también nos habla de la disposición del estado de ánimo de la persona, la atracción de reír por alguna simpleza y disfrutar en un grado mayor o menor la visión optimista del otro, tal vez cuando no hay herramientas para afrontar una situación.
  • La estructura emocional de los integrantes. Los rasgos emocionales más representativos de cada uno de ellos se dejan ver con el proceso de conformación de la pareja. Pese a que es común que durante la fase de cortejo se expresen actitudes divertidas, éstas prevalecen, sí y sólo sí, hay una autenticidad en la historia personal de quien las ejerce. La práctica de reír evidencia antecedentes de cosmovisiones en el sujeto que denotan significados sobre un número amplio de hechos. De igual manera, puede corresponder a inercias de respuestas elaboradas como parte de la personalidad.
  • Expresión de prácticas eróticas. Las risas y bromas pueden contar con ingredientes de erotismo, entendiendo por éste la condición que predispone a la persona a efectuar una realización de deseo sexual, no como mero instinto, sino más como construcción de una experiencia individual que a través del tiempo configura en una serie de imágenes y discursos un placer colosal (Bataille, 1997). Las bromas, principalmente, llevan una intención de goce, sea para quien la planea o para el destinatario, con recurrencia basada en la codificación del erotismo experimentado en pareja que bien podría evocar a un hecho bochornoso vivido por ambos, hasta referenciar a situaciones no llevadas a cabo y, que se canalizan en un juego hipotético de acciones y lenguajes. En Latinoamérica abunda una suerte de contienda sexual mediante la habilidad en el uso de palabras, quienes participan esperan de forma simbólica “dominar sexualmente” al contrincante; esta práctica también alcanza a la pareja, con la variación de no competir por el mismo fin, en vez de ello, se ejercita un esquema de cazador y presa.
  • Las diferencias estructurales en la pareja. En parejas que muestran diferencias notorias, como: estatura, clase social, rasgos étnicos, edades, tallas,  etc. Se presenta una constante de vivir esas características, el ignorarlas no basta, su adaptación tiene el camino de lo lúdico para incorporarlas y existir con ellas, tratando de disminuir al máximo sus posibles malestares. Para muchas de ellas la broma es una vía de catarsis y manifestación de llegar a convertirlas en inofensivos, no desconocerlas, sino extinguir en gran medida sus efectos perturbadores. La actriz Demi Moore y Ashton Kutcher mostraron en repetidas ocasiones ejercicios de auto-burla sobre su condición, ella lo superaba con 15 años. Hecho aún no digerido por los esquemas tradicionales con profunda base patriarcal, que lo permite únicamente en los casos inversos. Referirse a chistes sobre sus claras diferencias puede resultar un verdadero antídoto, que de ninguna manera garantiza que terminen avasallados por la mirada desaprobatoria de sujetos conservadores. Cabe precisar que este recurso no es imprescindible en las parejas que poseen estas diferencias estructurales, la racionalidad constante puede ser otro camino.

Parejas no heterosexuales

Risas en Parejas NO Heteroxesuales

Es pertinente ampliar las ideas sobre este tema más allá de la esquematización de las parejas heterosexuales, toda vez que se ha venido modificando el modelo que ha predominado de pareja, al menos en el mundo occidental, para dar paso a otras formas de establecer relaciones sexo-afectivas sin que sea exclusivo de la heterosexualidad. Quizá la relación que más avance ha tenido sea la homosexual, el vínculo que se construye en personas del mismo sexo. Sin desconocer que existan otros tipos, especialmente los que involucran a más de dos integrantes.

Las parejas homosexuales muestran prácticas lúdicas de carácter diverso, tienden a coincidir sus risas y bromas con uno de los puntos antes mencionados, con la adversidad, inherente a sociedades que aún no naturalizan su presencia. Con independencia de constituir parejas, los homosexuales, cuentan con elaboraciones lingüísticas en que exageran las denominaciones que les dirigen. Términos como loca, perra, ramera, entre otros, se convierten en uso común, acorde a los espacios sociales en que se desenvuelven, así como los rasgos particulares de cada sujeto.

En cierto grado, las risas y bromas de las parejas homosexuales reproducen bastantes patrones de las heterosexuales (Castañeda, 1999), en tanto que se inscriben en la cotidianidad de marcos sociales amplios, desde una perspectiva micro-cósmica.

Aspectos beneficos de las risas y bromas en pareja

Distensan estados emocionales individuales y de pareja. La risa, como producto de un pasaje vivencial conduce a la distracción, a disminuir la relevancia de eventos reorientando malestares.

Ofrecen opciones de aprendizaje y consolidación en la pareja. Las risas y bromas son juegos y éstos a la vez inducen a representaciones de una probable realidad. El juego recrea variadas situaciones (Delval, 2011) que requieren respuestas específicas, por lo que al llevarse a cabo experiencias chuscas, éstas registran antecedentes acerca de escenarios que podrían surgir.

Teje un lenguaje en la dinámica de la pareja. Si la pareja es en sí misma la prueba de una creación social, que puede o no coincidir con distintos parámetros normativos y morales, las bromas llegan a ser un factor de afianzamiento para cristalizar la asociación al derivar en el incremento de códigos ajenos al resto de las personas, lo que suscita complicidades y, desde luego, sensaciones de aislamiento del mundo.

risas y bromas en pareja

A manera de conclusión

Las risas y bromas en la pareja no son la panacea, pese a ello, son ingredientes de esparcimiento que con un uso adecuado enriquecen y otorgan sentido a las relaciones. Por fortuna no están sujetas a voluntades, presentándose como un regalo de las limitaciones racionales de la propia vida. Bromear para disfrutar, es la consigna.

Allana la comunicación en la pareja. Las bromas encaminan a reducir  obstáculos de entendimiento. Facilita la realización de acuerdos simplificando los alcances de las palabras.

Etc.

Referencias bibliográficas:

  • Bataille, Georges (1997). El erotismo. Madrid: Tusquets.
  • Braunstein, Néstor (2006).  El goce: un concepto lacaniano. México: Siglo XXI.
  • Castañeda, Marina (1999). La experiencia homosexual. México: Paidós.
  • Coria, Clara (1991). El dinero en la pareja. México: Paidós
  • Delval, Juan (2011). El mono inmaduro. El desarrollo psicológico humano. Madrid: La Catarata.
  • Freud, Sigmund (1989). Tres ensayos para una teoría sexual. Obras Completas. Madrid: Biblioteca Nueva.
  •  Freud, Sigmund (1989). El chiste y su relación con el inconsciente. Obras Completas. Madrid: Biblioteca Nueva.
  • Garriga, Juan (2013). El buen amor en la pareja. México: Destino
  • Landaeta, H. César (2006). Al infierno se va en pareja. Caracas: Alfa.
  • Lemaire, Jean G. (2003). La pareja humana: su vida, su muerte: la estructuración de la pareja humana. México: Fondo de Cultura Económica.
  • Pescetti, Luis (2009). Ámame eternamente, y vamos viendo. México: Grijalbo.

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