Si bien ha habido muchas teorías durante muchos años sobre la hipnosis, el pensamiento actual sugiere que el trance hipnótico es un producto natural y cotidiano.
Una primera visita a un terapeuta se relaciona a menudo con un grado de preocupación por parte del paciente acerca de lo que va a experimentar.
Con las ideas vagas e impresiones derivadas de los comentarios o programas de televisión, muchas personas esperan tener una experiencia que es totalmente nueva para ellos. Si bien todavía no se ha establecido una definición sólida de la hipnosis, no hay consenso sobre la naturaleza del trance hipnótico.
Definiciones históricas del estado de trance hipnótico
En el siglo XIX, el médico y cirujano James Braid fue testigo de una demostración de hipnotismo realizada por el médico vienés Anton Mesmer. Mesmer era conocido por sus resultados de curación a menudo sorprendentes. Un hombre carismático, que celebró sesiones en el que pasaba sus manos sobre el cuerpo del paciente o tocaba la parte afectada. Mesmer creía que de esa manera corregía los desequilibrios en un fluido que llamó «magnetismo animal«, que impregnó el universo y el sistema nervioso humano.
Braid señaló durante la demostración de que el paciente parecía haber pasado a un estado alterado de la conciencia por fijar su mirada en un objeto brillante y deduce que el paciente se encontraba en un estado como de sueño.
A través de sus propios experimentos, Braid supone que la fijación del ojo en un objeto provoca el agotamiento en algunos centros del cerebro para facilitar que la persona pase a un estado parecido al sueño. Braid llamado a este un estado «sueño nervioso» y se refería originalmente a este estado como «neuro hipnotismo.»
Más tarde, Braid a través de sus ideas ha afirmado que el hipnotismo puede ser inducido por centrarse en las palabras que dice el terapeuta hasta la completa absorción, así como por medio de la fijación de los ojos. A Braid generalmente se le acredita la identificación de la hipnosis como algo esencialmente psicológico.