EMOCIONES: ¿qué son?

EMOCIONES: ¿qué son?

En la siguiente entrada hablaremos acerca de las diferentes emociones, qué son y cómo nos afectan en el día a día. Comenzaremos por recordar que una emoción es un estado afectivo que experimentan las personas, una reacción al medio ambiente que además provoca cambios orgánicos (tanto a nivel fisiológico como a nivel endocrinológico). Las sensaciones tienen un origen innato, y en muchas oportunidades están influenciadas por la experiencia.

Podemos decir que las emociones tienen el objetivo de adaptar a nuestro organismo a lo que nos rodea. Por mucho tiempo se consideraba que las emociones eran poco importantes, en esa época se consideraba que la parte racional era mucho más importante. Pero las emociones nos ayudan a indicar los estados internos personales, las motivaciones, las necesidades y los deseos, incluso nos ayudan a determinar los objetivos.

Desde muy pequeños comenzamos a adquirir emociones básicas como el enfado, el miedo o la felicidad. Todas las personas experimentan y viven las emociones de una manera diferente y particular, esto se basará en las experiencias anteriores, en el carácter y en el aprendizaje. Algunas reacciones fisiológicas y comportamientos que desencadenan determinadas emociones se puede decir que son más innatas, otras se irán adquiriendo a lo largo de la vida.

Categorías de las emociones

En término general podemos decir que existen seis categorías básicas de emociones: miedo, sorpresa, aversión, ira, alegría, tristeza.

El miedo aparece frente a una anticipación de una amenaza o cuando se está en peligro, nos genera ansiedad, inseguridad e incertidumbre. La sorpresa suele ser una emoción transitoria, nos genera asombro, sobresalto y cierto grado de desconcierto.

La aversión nos genera disgusto y molestias, en estos casos tendemos a alejarnos del objeto que nos genera esa sensación. La ira nos provoca resentimiento, rabia, irritabilidad y hasta furia. Por otro lado encontramos la emoción de alegría, la que nos da gratificación, una sensación de bienestar y de seguridad. Y, por último, nos referiremos a la tristeza, una emoción de soledad, pesimismo y pena.

En el caso de sentir miedo las personas tendemos a buscar protección, si sentimos sorpresa nos podremos orientar y parar frente a una nueva situación. En el caso de la aversión sentiremos rechazo hacia lo que se tiene delante, la ira nos induce hacia la destrucción y la alegría nos genera que tengamos ganas de volver a vivir el suceso que nos hizo sentir bien. La tristeza nos motiva a que nos reintegremos como personas.

Las emociones cuentan con componentes conductuales particulares, son una manera de poder mostrarlas externamente. Generalmente las emociones se controlan, las basamos en un aprendizaje tanto cultural como familiar. Las damos a conocer mediante expresiones faciales, gestos y acciones, componentes que no siempre son lingüísticos o de expresión verbal, no olvidemos que existe una comunicación verbal que es muy útil e importante.

Las emociones se relacionan con los estímulos que las desencadenan, es decir, frente a una situación determinada se puede producir ansiedad, miedo, alegría. También puede suceder que la reacción emocional se asocie a una representación mental de dicho estímulo sin que se haya generado.

Foto | Pixabay

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