El trastorno disocial es un alteración del orden o del derecho de las otras personas, producido por otra que lo invade, así, el hecho de que haya peleas, enfrentamientos, incendios, robos, mentiras, desobediencias…
El trastorno disocial puede ser de dos tipos según en la época que se dé, si bien uno se puede dar antes de los diez años, o se puede dar en la época de la adolescencia.
Las personas con este trastorno suelen tener poca estima por las demás personas, por lo que no tienen reparo en hacerles daños, además de tener la autoestima baja, a pesar de dar la impresión de ser fuertes, este bajón es el que cerebro transforma en odio o ganas de desestabilizar a los demás. En los estudios se suele fracasar, por lo que la inteligencia del sujeto es menor.
Se suele iniciar con 5 o 6 años, aunque se da más a conocer en la adolescencia y siendo complicado dar nuevos estímulos después de los 16 años. Todo lo que se toma en esta época marca en la vida adulta, sobretodo los trastornos que se producen desde más joven, y puede acarrear en convertirse en una persona antisocial.
En estos casos, para que se dé un hijo con trastorno disocial se suele dar en familias con problemas, sobretodo con el alcohol o la esquizofrenia.
Para tratar a una persona con este tipo de trastorno, los padres y el médico encargado jugaran un papel importante en la recuperación de la persona, además de tratar de autoayudarle o que el niño se sienta mejor y coja más confianza en sí mismo.
