La fobia social es una de las fobias más angustiosas que existe. La persona que padece este trastorno experimenta cuadros de ansiedad bastante elevados a la hora de conocer y hablar con la gente, lo que se puede confundir con un tipo de timidez extrema, aunque no es lo mismo para nada.
A estas personas no sólo les cuesta entablar conversación o poder mirar a una persona directamente a los ojos, no pueden hablar en público, pues se les forma un nudo en la garganta y experimentan ataques de nerviosismo y ansiedad que se deben parar en cuanto se detectan.
Estas personas por regla general, intentan evitar a otras personas a toda costa, para no tener que encontrarse ante la disyuntiva de tener que hablar y relacionarse, por vergüenza y temor a tener una conducta torpe o a que los demás le observen y le juzguen, y en el caso de que se encuentre en estas situaciones, es cuando aparece el miedo, tartamudean o se ponen nerviosos. Los propios individuos que lo padecen, suelen reconocer estos comportamientos como exagerados.
Este trastorno no es ningún síntoma a fármacos, drogas o enfermedades, sino que se adquiere sin ningún tipo de factor externo, y suele aparecer en la edad adolescente. Por lo que, si se detecta a tiempo, se debe recurrir lo antes posible a un especialista, por lo que se podrá realizar un seguimiento mediante un tratamiento cognitivo-conductual, que consiste en la modificación de la conducta inhibida de estas personas mediante el tratamiento de la ansiedad, desarrollando las habilidades sociales y la conversación.
muy bueno