El Síndrome de Munchausen se denomino así por el Barón Karl Friedrich Hieronymus Freiherr von Munchausen, que era un oficial de caballería alemana conocido por ser un gran mentiroso.
Los pacientes con Síndrome de Munchausen se caracterizan por inventar síntomas que no padecen, o incluso llegan a provocárselos, todo esto lo hacen para conseguir la atención de los médicos. Con esto provocan falsos signos físicos de la enfermedad y hallazgos anormales en los análisis de laboratorio. Por lo tanto reciben la atención buscada y en algunos casos hasta se les realizan cirugías.
Algunos de los trucos utilizados incluyen deglución de sangre después de entrar en una emergencia y a continuación vomitan la sangre tragada anteriormente, realizarse un pinchazo en el dedo y colocar la sangre en una muestra de orina, aplicarse una inyección de insulina para bajar la azúcar en la sangre, calentar el termómetro para fingir tener fiebre. Algunos realizan cosas tan arriesgadas como tragar anzuelos o clavos, por ejemplo.
Aproximadamente el 50% de las personas con Síndrome de Munchausen están sujetos al abuso de drogas, y muchos padecen el trastorno límite de personalidad. El trastorno generalmente comienza durante la edad adulta temprana, pero en algunos casos puede comenzar durante la niñez, los cuales son inducidos por los padres.