No consigo cambiar: ¿por qué?

No consigo cambiar: ¿por qué?

En ocasiones tenemos la sensación de que por más que pongamos buena voluntad no podemos cambiar. Hoy hablaremos acerca de qué se puede hacer cuando se está queriendo cambiar y no se puede.

En muchas oportunidades frente a situaciones de la vida sentimos que fracasamos una y otra vez frente a la misma situación y no llegamos a tener un cambio en nosotros. Entonces será necesario generar un hábito, mejorar una habilidad y evaluar cuál es la mejor manera de responder.

Las personas tienen la posibilidad de cambiar, eso lo sabemos todos, una persona no es la misma a los 12 años que cuando llega a los 50. A lo largo de la vida se van cambiando los hábitos, el estilo de vida, se ve una evolución y una mejora en el aspecto de la vida.

Pero en ciertos casos se quiere cambiar y no se puede, esa situación arrastra a la persona hacia otro lado. Algunos ponen la mejor voluntad, toman una postura activa para hacerlo pero no lo consiguen y otros no se encuentran seguro de dar el paso al cambio aunque consideran que sí deben hacerlo. En muchos casos lo que falla es que no se ha tomado una verdadera decisión de cambiar.

Se puede sentir un malestar por alguna circunstancia actual, se siente que no se está bien así, se ven cosas que no gustan de uno mismo pero aun no se está realmente decidido a moverse hacia el cambio.

Las razones pueden ser muchas, en estos casos será necesario tomarse un tiempo y analizar lo que está postergando la decisión. Las personas suelen tener una gran capacidad de aguantar, aunque a veces se sepa que no se está bien, la disonancia cognitiva no es suficiente para movilizarse hacia el cambio. Se puede sentir que el malestar es aun soportable y postergan la posibilidad de cambiar. Mientras el malestar que genera no cambiar sea soportable en relación al trabajo que requerirá el cambio, no existe un gran compromiso.

En algunos casos las personas deben emplear condicionales en referencia al cambio, señalan frases como ‘a lo mejor debería dejar de hacer esto’, ‘debería cambiar mi actitud’, ‘debería tener mejor comunicación con mi pareja’, etc. Cuando todos estos ‘debería’ se transformen en un asertivo ‘quiero’ o ‘necesito un cambio’ se llegará a un punto límite, en donde la persona será consciente de que realmente quiere un cambio, entonces empieza el proceso para hacerlo.

Para tomar un compromiso con la decisión de cambiar, el cambio se vuelve en una verdadera necesidad. Ahora será el momento de definir una estrategia y diseñar el camino que se tomará viendo el paso a paso.

Se estará en una etapa en donde se tienen que volver constante a los hábitos. Se deberá definir un cambio positivo y la manera en que se va a hacer para llegar a él. Puede ser que se sepa lo que se quiere pero aun no se ha analizado cómo llegar a ese punto. A veces las personas señalan la importancia de dejar de fumar y empezar a tener hábitos más saludables pero no ha pensado en el plan de acción, se tendrá que buscar el método a través del cuál se conseguirá el cambio.

Será necesario también tener un propósito de cambio claro en la mente. Se tiene que definir los objetivos y trazar un buen plan de acción

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