El Efecto Zeigarnik define la tendencia a recordar tareas inacabadas o interrumpidas con mayor facilidad que las que han sido completadas.
Su nombre se debe a la reconocida psicóloga rusa Bluma Zeigarnik quien observó la tendencia de los camareros a recordar los pedidos que tenían pendientes de servir, pero se olvidaban de los pedidos que ya habían servidos a los clientes.
Así pues, consiste en la tendencia de recordar mejor las tareas que están por acabar que aquellas que ya se han realizado. La reconocida psicóloga realizó en 1927 un estudio sobre esto, en el que los participantes realizaron unas 20 tareas, entre las que estaba realizar adivinanzas, tareas manuales o incluso problemas matemáticos.
A los participantes se les interrumpió durante la realización de las tareas, y se demostró que los participantes recordaban mejor las tareas que les quedaban por hacer que aquella que ya habían hecho.