El cambio de horarios en los NIÑOS

El cambio de horarios en los NIÑOS

El día de hoy hablaremos acerca de cómo puede afectar el cambio de horario en los más pequeños. Una vez al año se suele cambiar la hora, esto dependerá de la zona del mundo en que se esté y de otras razones que dependen de cada país en particular. Este cambio, de apenas una hora, puede afectar nuestras rutinas, especialmente en lo niños de la casa.

Te daremos algunos consejos de cómo se puede manejar ese tema. El reloj biológico de los niños puede llegar a tardar en adaptarse varios días. Al cambiar la hora amanecerá más tarde y también anochecerá después, con lo que todos los días se podrá disfrutar de una hora más de luz del sol.

Si bien puede parecer que una hora no es nada este cambio es suficiente como para que se pueda estar varios días en un estado descolocado. La respuesta a esto se debe a los ritmos circadianos.

Recordemos que los ritmos circadianos son ciclos biológicos que tienen una duración aproximada a las 24 horas y son una consecuencia de un reloj biológico que se encarga de sincronizar estos ritmos con el medio externo. Existen diferentes maneras de que el reloj biológico se sincronice al día, especialmente mediante la luz solar. Exponernos a la luz de la mañana generará que se adelanten los ritmos biológicos y así pueda haber una mejor adaptación a los requerimientos matutinos, mientras que la luz al principio de la noche generará un ritmos y provocará el sueño por la noche.

Además de la luz es importante mantener un horario de sueño regular todos los días. Hay que dormir la cantidad de horas necesarias evitando las deudas de sueño, especialmente en los días laborales y de escuela.

Es normal que antes esta situación los fines de semana nos levantamos más tarde, esto generará que después durmamos hasta tarde y por lo tanto se generará un desequilibrio, y volveremos a arrastrar la deuda la semana siguiente.

El reloj biológico de los más pequeños podrá tardar en ajustarse varios días, incluso una semana o mas, alterando el sueño y su estado de vigilia, también pueden aparecer desorden en la alimentación, estado de irritabilidad, problemas de atención o pequeñas alteraciones en su ritmo cardiovascular.

Los pediatras nos recuerdan que el organismo de los niños tiene un reloj central que se regula y funciona mediante la luz del sol y los distintos estímulos del entorno, como los horarios de alimentación y de actividad física. Este reloj ajusta un ciclo diario que se relaciona a los niveles de las hormonas y a todo el organismo, al cambiar la luz o el ritmo de las tareas puede generarse una desorientación

Existen diferentes recomendaciones que permitirán ayudar a los niños a acostumbrarse a los nuevos horarios. En primer lugar tendremos que tener en cuenta que adelantar de manera progresiva, una semana antes de que se genere el cambio de hora. Comenzar por las actividades más rutinarias, como la comida, el sueño y los juegos. Hacerlo en intervalos que ronden los 10 a 15 minutos así se podrá ver que la transición será más suave.

Permitir la entrada de la luz natural o la luz potente por unos 15 minutos antes de despertar a los niños o ir caminando al colegio para ayudar en la secreción de la serotonina. Evitar la exposición a las pantallas al menos una hora antes de acostarse.

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