Este tipo de personas que sufren ataques de ira son personas que no son capaces de expresar sus emociones, de forma correcta o con firmeza; siendo personas a las que no les enseñaron a dialogar, enfrentarse y resolver sus problemas, de una manera asertiva. También, las personas que están resentidas, sufren más ataques de ira, son personas que han vivido una infancia dura, llena de conflictos, así como las personas que han vivido en un ambiente de dejadez emocional, lo que hace que su corazón se endurezca y no posean un sentido del afecto natural. Incluso, personas que han vivido distintos fraudes, a lo largo de su vida, sobre todo, desengaños con las amistades o de tipo amoroso.
Resumiendo las personas con ataques de ira no son capaces de controlar estos convirtiendose en un trastorno de la personalidad, siendo víctimas normalmente de su infancia o de una familia desestructurada, por lo que necesitan tratamiento psicológico o terapia para poder asumir y encauzar correctamente el control de sus sentimientos .