La dismorfofobia es el sentirse feo, se tiene la sensación de que las personas en la calle se quedan espantadas por lo que ven. Esta es una fobia muy frecuente que debe ser tratada antes de tomar una decisión drástica y definitiva, como por ejemplo una cirugía estética.
Si se padece de dismorfofobia resulta imposible mantener la autoestima. Las personas que tienen esta fobia se ven feas, horrorosas, sin importar lo que en realidad ven en el espejo, o lo que otras personas le digan de sí mismas.
Dismorfofobia y el miedo a nosotros mismos
Como dijimos más arriba la dismorfofobia es una fobia, pero lo que la diferencia de otras fobias, es que en esta se le tiene miedo a una mismo. Todos tenemos algún complejo con nuestro cuerpo, quisiéramos tener otra nariz, otra boca, más o menos de aquello o esto. Pero ello no pasa de un complejo.
El problema es cuando este complejo se convierte en una obsesión, en sentir que nuestro cuerpo es algo espantoso que no merece ser visto ni por nosotros, ni por los demás.
¿A quienes afecta más esta fobia?
Sin lugar a dudas el blanco por excelencia de esa fobia son los adolescentes y jóvenes adultas. Se desconoce cuáles son las causas que generan la dismorfofobia. Esta suele asociarse con otros trastornos como de alimentación, trastornos maniaco depresivos, de ansiedad, obsesivo compulsivos. Y también con otras fobias, como la acrofobia.
Tratamiento para la dismorfofobia
El tratamiento más adecuado para esta fobia no es la cirugía estética. El problema está en el interior, y este no podrá ser resuelto cambiando el exterior. Si la persona se somete a una cirugía estética, seguirá viéndose de la misma manera
La terapia psicológica será lo único que podrá cambiar las cosas, y lograr que la persona se fea tal cual como es. Lo importante en este tipo de fobia para superarlas en encontrar la raíz del problema.
Las terapias de comportamiento y cognitivas son sumamente eficaces. El profesional evaluará si la terapia debe ir acompañada de tratamientos con antidepresivos.
